lunes, 8 de agosto de 2011

8,8,88

Hoy, 8 del 8, mi padre hubiese cumplido 88 años.
Aparentemente nada ha cambiado. Agosto cae a plomo sobre nuestras cabezas mientras los "mercados se desploman" y la "prima de riesgo"cae y cae sin que yo alcance a entender su significado.Este baile de números me es ajeno. Para mi la crisis es el aumento de alumnos por aula, la disminución de puestos de trabajo, el deterioro de la sanidad pública, los comercios que cierran en mi barrio...Corren malos tiempos para el cambio. No se puede avanzar porque bastante logro es hacer pie sin hundirse.
Mientras tanto en Somalia se mueren de hambre sin que pueda llegar la ayuda humanitaria. Hugo Chávez tiene cáncer. EEUU ha perdido una A mientras la popularidad de Obama (la gran esperanza blanca?) cae en picado y los tarados, fanáticos e inmorales miembros del "tea party" hacen lo que pueden para que todo vaya a peor. La espiral nos absorbe. La fuerza ingobernable de ese agujero negro que hemos construído tira de nosotros. Afortunadamente viene el Papa, la guinda del absurdo es cada vez más roja y más enorme.
Entre tanto desastre mi padre hubiese cumplido 88 años.
Sobrevivió a desastres mucho mayores que los nuestros: la guerra civil, la emigración, la neurosis, otra emigración, el franquismo, la transición, el paro, la muerte de mi madre, el ictus...Atravesó la selva i salió indemne, incorruptible, ingénuo. Murió creyendo en la bondad humana, en la fuerza del amor, en el diálogo.Como un James Steward impoluto en una película de Capra.

Agosto se desliza y tu recuerdo, me da fuerzas para nadar contracorriente.